La vitamina E es un antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres. Favorece la salud de la piel, los ojos y el sistema inmunológico. Se encuentra en frutos secos, semillas, aceites vegetales y vegetales de hoja verde. También se usa en cosmética.

Tomar vitamina E todos los días puede tener beneficios antioxidantes, pero su uso excesivo podría aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares en personas con antecedentes de enfermedades cardíacas. Es recomendable consultar a un médico antes de comenzar cualquier suplementación regular.

La vitamina E es fundamental para el sistema inmunológico y para la coagulación de la sangre. Es especialmente importante para personas con deficiencia de esta vitamina, como aquellos con problemas digestivos, enfermedades hepáticas, o quienes toman medicamentos anticoagulantes. También es utilizada como un antioxidante para proteger las células del daño.

La vitamina E puede ayudar a reducir el daño muscular producido por el estrés oxidativo, mejorando la recuperación después del ejercicio. No obstante, aún se necesitan más estudios concluyentes para confirmar su efecto específico en la reducción del dolor muscular tardío.