Vitamina D

Las principales fuentes de vitamina D son pescados grasos (salmón, trucha, atún), aceite de hígado de bacalao, yema de huevo, lácteos fortificados y hongos expuestos al sol. También puede obtenerse mediante suplementos, especialmente en meses con poca exposición solar.

La deficiencia de vitamina D puede causar síntomas como fatiga, dolores musculares, debilidad ósea y depresión leve. La falta de vitamina D también está vinculada a un mayor riesgo de enfermedades óseas y debilitamiento del sistema inmunológico.

La vitamina D se obtiene principalmente a través de la exposición al sol, ya que el cuerpo la produce de forma natural al recibir luz solar. También se puede aumentar consumiendo alimentos como pescados grasos, yema de huevo, hígado y alimentos fortificados como leche y cereales. Los suplementos de vitamina D también son una opción si no se obtiene suficiente de fuentes naturales.

La vitamina D se sintetiza naturalmente en el cuerpo humano cuando la piel se expone directamente a la luz solar. También se puede obtener en menores cantidades mediante alimentos como pescados grasos (salmón, sardina), huevos, leche fortificada y ciertos hongos.